¿Te acuerdas de hace unos meses, cuando recién llegaba la pandemia a México, que AMLO dijo en una de sus incontables mañaneras, que esta situación de la pandemia, le caía como anillo al dedo? Un comentario que, a pesar de sus disculpas, no se olvidará y que refleja la realidad de su Gobierno y su visión para el País.
Querido Ser Político, cuando no nos hace sentido lo que dice nuestro presidente y pensamos que está loco, y que por eso dice lo que dice, estamos pasando por alto que su visión de México y de lo que es importante para él personalmente, está completamente alejado de lo que tú y yo querríamos para nuestra nación. Precisamente por esa razón, esta pandemia le cayó, en sus palabras, "como anillo al dedo".
- REGINA ARDAVIN C.
¿CÓMO QUE A AMLO LE CAYÓ LA PANDEMIA "COMO ANILLO AL DEDO"?
Pensemos en el año y medio que lleva Andrés Manuel López Obrador como presidente. Si quisiéramos vernos "buena onda" y tratar de sacar un par de cosas rescatables de su gestión, no armamos una.
Eso plantea para los mexicanos una fuente continua de decepción, frustración y enojo; para el Presidente representa la necesidad de justificarse constantemente y de lavarse las manos, ¿y cómo logra eso? Echando la culpa a quien "se ponga de pechito" o a quien se le cruce enfrente.
Como no tiene resultados positivos que mostrar, y él no le va a adjudicar a la mala administración de su Gobierno, la responsabilidad del desastre económico, en seguridad, en políticas públicas, corrupción, etc. que estamos viviendo, y que se vio exacerbado por la pandemia, que agregó la "cereza del pastel" (el factor de crisis sanitaria y doble presión económica), entonces tiene que buscar a su chivo expiatorio.
Y en ese sentido, la crisis multidimensional derivada del Covid-19, le cayó "como anillo al dedo", pues le puso en bandeja de plata a sus actuales "puerquitos": los empresarios, la pandemia en sí, las presiones globales, etc., para volverlos los "culpables" de lo que en realidad es resultado de una falta absoluta de gobernabilidad y Estado de Derecho.
Pero con tantas personas que se quedaron sin trabajo y que no tienen como vivir dignamente por las condiciones coyunturales de los últimos meses, ¿cómo es que AMLO puede salir beneficiado?
Para entender esto, tenemos que partir de la base de que es un demagogo, un tipo que se vende públicamente como el mesías del pueblo, pero que en realidad es un estafador de primera y un hipócrita. Hay que decir las cosas con todas sus letras.
Y bajo este contexto, no sólo se vende como el salvador de México, el mesías de los pobres, o cualquier otro nombre similar, sino que es experto en ello. Tiene un carisma innegable con su base electoral, que son precisamente los que más afectados han salido y saldrán de esta terrible crisis que ha desatado la pandemia.
Además, desgraciadamente, las condiciones tan crudas de desigualdad que existen en este país, son un caldo de cultivo para dos cosas: la primera, para que los más pobres salgan perdiendo aún más, durante y tras la pandemia, recrudeciendo sus condiciones de vida paupérrimas, y la segunda, para que dada su vulnerabilidad, sean más susceptibles al discurso de López Obrador, que exalta las emociones humanas de odio, hacia "los enemigos del pueblo", y de aversión a la pérdida, si no apoyan al líder supremo, que será su "protector".
Entonces, quienes tendrán la culpa de la crisis económica, el desempleo, la creciente pobreza, la poca o nula recuperación económica, según el discurso oficial, serán los empresarios "despiadados, fifís, del PRIAN y la mafia del poder", que corrieron gente. Pero claro, el Gobierno, que no los ayudó con un plan fiscal para mantenerse a flote y salir adelante, no tiene nada que ver en la ecuación.
Todos estos factores caen "como anillo al dedo" para un presidente que gobierna un país cuya mayoría necesita escuchar un discurso alentador, que será devorado como "pan caliente" por quienes más han sufrido las consecuencias de las circunstancias actuales en su vida diaria. Y AMLO, con su 4T, saldrá a venderse como el redentor y quien les dará de comer a quienes tienen hambre. Y literalmente lo hará, dando dádivas en efectivo o algún otro tipo de soborno electoral, que le sirva para afianzar votos el siguiente año.
Tanto AMLO como Morena no tienen resultados que ofrecer para ganar el Congreso en el 2021, pero sí tienen dos cosas: una catástrofe que vino a golpear a México como piñata por todos lados, y que será manipulada para limpiarse las manos, y un sector muy amplio de la población, empobrecido y urgido de soluciones rápidas y fáciles.
Si no nos ponemos vivos para las elecciones del '21, el augurio no es nada bueno. Que Morena arrase con el Congreso no es un juego; los tintes autoritarios y antidemocráticos que llevan en la sangre pueden dejar al país en ruinas (todavía más).
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