Estados Unidos enfrenta un contexto muy complejo, con una inflación que ha llegado a niveles no vistos en décadas. El descontento social ha puesto en jaque la aprobación del gobierno de Joe Biden y pone en riesgo los resultados para los demócratas en las elecciones intermedias. El Inflation Reduction Act parece llegar en el momento indicado para prevenir que las midterms en noviembre castiguen al gobierno actual. Por último, ¿Hay algún efecto de todo esto para México?
Por Regina Ardavín Castro
¿Qué es?
El Inflation Reduction Act es una nueva ley que, más que enfocarse en reducir la inflación en Estados Unidos a corto plazo, que se reducirá moderadamente en los siguientes diez años, se enfoca en generar beneficios de largo plazo en materia ambiental, de salud y de recaudación de impuestos.
Cabe mencionar que, actualmente, la inflación para nuestro vecino del norte llegó a ser de 9.1% anual en junio y de 8.5% en julio, con un aumento en el precio de los alimentos de 13% en promedio, algo que no se veía desde 1979. Esta situación no pasará desapercibida en los resultados electorales de este año, con la posibilidad de cobrarle el control del Congreso a los demócratas.
En materia de salud, la ley busca que, entre otras cosas, los beneficiarios del programa Medicare no tengan que pagar más de 2,000 dls al año en sus medicinas y tratamientos, sin importar cuál sea su enfermedad.
En el ámbito ambiental, se invertirán 369 miles de millones de dólares en combatir los efectos del cambio climático y mejorar la seguridad energética. Entre otras cosas, se darán incentivos fiscales a las familias para que compren coches eléctricos, ya sean nuevos o usados, así como para que instalen paneles solares, y para que compren electrodomésticos más eficientes en su consumo de energía.
En el aspecto fiscal, las grandes compañías van a pagar un mínimo de impuesto del 15%, mientras que se ha prometido no subir los impuestos a quienes ganen menos de 400 mil dólares anuales.
Se espera que en los siguientes diez años se recauden 750 miles de millones de dólares del cobro de estos impuestos, de los cuales 450 MMD serán destinados a los objetivos ambientales y de salud mencionados anteriormente y otros 300 MMD se irán a la reducción del déficit fiscal. Según Moody’s, este incremento en la recaudación a los más ricos no afectará de manera significativa el crecimiento económico (Moody’s, 2022, p.5).
A pesar de los esfuerzos que incluye la ley en diversas materias, ésta ha recibido diversas críticas. Por un lado, senadores como Bernie Sanders han resaltado que la ley no será suficiente para ayudar a las familias a mantenerse en pie frente a los crecientes precios, y que ésta tendría que ser más agresiva.
Mientras que, por lado republicano, algunos argumentos que ha mencionado el senador líder Mitch McConnell, han sido que esta ley no disminuirá la inflación, además de que por una parte, promueve aumentos de impuestos que llevarán al desempleo y, por otra, genera acciones ambientalistas que no cambiarán el clima.
¿Cuál es la relación de esta ley con las elecciones intermedias de este año?
En la página de la Casa Blanca, hay un Fact Sheet sobre cómo esta nueva ley beneficia a la comunidad latina, otro sobre cómo beneficia a la comunidad de afroamericanos, y otro más sobre cómo ayuda a los jóvenes a construir un mejor futuro.
Esto no es coincidencia, tomando en cuenta que estos sectores tendrán un peso determinante en las elecciones intermedias, que se llevarán a cabo el 8 de noviembre.
En ese sentido, el voto latino constituye el 9.8% del total de votantes, destacando que, el número de latinos que pueden votar se ha incrementado en 71.4% desde el 2014.
En el caso de la comunidad afroamericana, en 2020 ésta representó el 12.2% del total de votantes. Este sector es vital para los demócratas en cada elección, según The Washington Post. Es el sector más fiel al Partido y fue clave para asegurar la victoria de Biden en las elecciones primarias. Sin embargo, existe la percepción de que el gobierno actual de EE. UU. no ha atendido sus preocupaciones y necesidades.
En esa línea, la aprobación de Biden por parte de este sector ha caído del 87% al 67% desde que empezó su mandato. También se debe considerar que generalmente, la comunidad negra vota de manera monolítica por los demócratas y que, de no sentirse satisfecha, podría no salir a votar un porcentaje importante de ésta en noviembre.
En cuanto a los fact sheets sobre los beneficios de la ley para las dos comunidades antes mencionadas, se resaltó que el Inflation Reduction Act reduce los costos de salud para las familias y extiende la cobertura del seguro de salud. Esto es de gran importancia porque los beneficiarios latinos y afroamericanos del programa Medicare tienen en promedio 1.5 veces más problemas para pagar medicinas que los beneficiarios blancos, y hasta dos veces más probabilidad de no cubrir sus prescripciones médicas debido al costo.
Por otro lado, el voto de los jóvenes de 18 a 24 años es cada vez más significativo. En las últimas dos elecciones intermedias, su participación pasó del 17.1% en 2014, al 32.4% en 2018. En cuanto a las elecciones presidenciales, su participación pasó del 43% en 2016 al 51.4% en 2020.
Respecto a este sector demográfico, en su fact sheet sobre los beneficios de la ley, se enfatizan las propuestas ambientales, que cada vez son más importantes para las nuevas generaciones. Entre otras cosas, para el 2030, Estados Unidos reducirá sus emisiones en 1,000 millones de toneladas métricas, es decir, en 40%, mientras que para el 2050, se busca que las emisiones netas sean cero. En este aspecto, Moody’s estima que la ley contribuirá a reducir las emisiones en 30% más que en un escenario sin implementación de la ley (Moody’s, 2022, p.4).
Apelar a los beneficios que tiene la ley para estos sectores es necesario para los demócratas, debido a que las elecciones intermedias son un termómetro de cómo se siente la población respecto al gobierno actual y cuáles son las expectativas rumbo a las elecciones presidenciales del 2024.
Por otro lado, en el discurso que dio el presidente Biden respecto al Inflation Reduction Act, aprovechó para mencionar que todos los senadores republicanos votaron en contra de esta ley, velando por intereses particulares y no por los intereses de los americanos. En ese sentido, cabe mencionar que la votación quedo 51-50 a favor de la ley, con el voto de la vicepresidenta Kamala Harris siendo decisivo para el resultado.
“In this historic moment, Democrats sided with the American people, and every single Republican in the Congress sided with the special interests in this vote — every single one.
Every single Republican in Congress voted against lowering prescription drug prices, against lowering healthcare costs, against a fairer tax system.
Every single Republican — every single one — voted against tackling the climate crisis, against lowering our energy costs, against creating good-paying jobs.” (Biden, 2022)
Este discurso confirma que, el timing en el cual ha salido la ley, es crucial para generar una percepción positiva respecto al gobierno de Biden y qué está haciendo (al menos en el discurso) para combatir un contexto económico con retos que no se habían visto en muchos años, mientras se generan dos efectos simultáneos: por un lado se señala a los congresistas republicanos como los malos de la historia, y por otro, se apela a sectores determinantes para el resultado electoral de noviembre.
¿Cómo impacta la ley a México?
Uno de los efectos directos que beneficiarán a México, es que se incluirán los coches producidos en este país dentro de los incentivos fiscales que se le darán a quienes compren coches eléctricos en Estados Unidos, según compartió la Secretaría de Economía de México.
Esto es relevante porque, inicialmente, los incentivos sólo se darían a los coches producidos dentro de Estados Unidos, lo cual iba a tener un efecto importante en la industria automotriz en México, poniendo en riesgo aproximadamente 6 millones de empleos. Sin embargo, tras un proceso de negociación, en el que participaron la Secretaría de Economía y la Embajada de México en EE.UU, entre otros, las cadenas de valor regionales se verán fortalecidas a corto, mediano y largo plazo.
Por otro lado, esta ley posiblemente sea la antesala de políticas y regulaciones que se busquen implementar a nivel regional, en virtud del TMEC, no sólo en materia ambiental o energética, sino en di versos sectores, en los que se podrá seguir aprovechando la cercanía de los países para generar acuerdos que promuevan un beneficio económico y social para las partes involucradas.
Asimismo, como efecto indirecto, los resultados que genere la implementación de esta ley en la percepción de los ciudadanos estadounidenses y, el impacto que eso tenga, a su vez, en las elecciones intermedias, darán pie a una posible reconfiguración del Congreso.
El contexto derivado será determinante para las políticas que se impulsen y las regulaciones que se aprueben en la segunda mitad del mandato de Biden, mismas que, de alguna u otra manera, tendrán incidencia en la relación con México, siendo éste el principal socio comercial de Estados Unidos.
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