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La inminente urgencia de educación financiera frente a la creciente inflación

El aumento de precios ha sido consistente en los últimos meses, perjudicando la economía de las familias mexicanas. ¿Existen herramientas y soluciones que puedan mitigar el efecto de la inflación en el poder adquisitivo de las personas?


Por Regina Ardavín Castro



La inflación anual de julio 2022 fue de 8.15%, su nivel más alto desde diciembre del 2000, cuando se ubicó en 8.96%. Hasta ahora, es el décimo séptimo mes consecutivo que se encuentra por encima del objetivo del Banco de México, de 3% +/- 1%. Cabe mencionar que, también ha rebasado la expectativa del mercado, de 8.13%.


Más allá de un número, la inflación importa porque representa el aumento generalizado de los precios, afectando el poder adquisitivo de la población, debido a que, por una parte, los salarios no aumentan en la misma proporción en la que aumenta la inflación, y por otra, los más afectados son las personas con menores recursos. En ese sentido, ésta opera como un impuesto regresivo, ya que no se ven igual de afectadas las personas que ganan el salario mínimo que las personas con un nivel de ingresos de los deciles más altos.


Adicionalmente, destaca que, según menciona Banxico en su último boletín, los sectores más afectados por la inflación han sido los alimentos y los energéticos. En el primer caso, la inflación anual en julio del 2022 fue del 14.94%, aunque hay productos que han tenido un incremento de precio notablemente mayor, como es el caso de la harina de trigo, que ha aumentado su precio promedio en 33.11%; el del huevo, que ha aumentado en 37.22%; el del pan de caja, con un incremento de 18.7%; el del pollo, que ha aumentado en 14.1%; y el de la tortilla, que ha incrementado en 12.33%; entre muchos otros, según los datos de México cómo vamos[i].


Es necesario hacer hincapié en estos datos porque las cifras son un reflejo de la realidad y miden con precisión cuál es la afectación estimada en pesos y centavos sobre la economía familiar de los mexicanos. Como es sabido, la calidad de la alimentación es fundamental para el desarrollo de las personas, ya que es la base de la salud física, de las funciones óptimas del cuerpo, además de que, en términos económicos, también es indispensable para la productividad.


En otro sentido, es necesario puntualizar que las causas de este escenario van mucho más allá de factores internos, ya que México, al igual que Estados Unidos y el resto del mundo, se ha visto afectado por los efectos prolongados de la pandemia por COVID-19, la guerra de Rusia contra Ucrania, y las consecuencias que ambos sucesos han tenido en las cadenas de valor globales, además de la persistencia de los cuellos de botella y la recuperación de la demanda[ii]. (Banxico, 2022, p.3)


Sin embargo, existe un antídoto con efectos positivos permanentes para combatir este tipo de escenarios, que, si bien no es una solución a corto plazo, es urgente voltear a ver, y éste es la educación financiera de la población. La única manera de mantener el poder adquisitivo a través del tiempo, e incluso, de aumentar el valor del dinero por encima de la inflación, es la inversión.


Observar dónde está México en esta materia es necesario para entender qué políticas públicas se tienen que implementar para cambiar este escenario, qué marco regulatorio existe en comparación al que se necesita, y qué oportunidades de innovación existen en el sector privado para contribuir a un cambio.

En cifras puntuales, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) del 2021[iii], realizada en conjunto por el INEGI y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), hasta ese momento, alrededor del 65% reportó tener o haber tenido en algún momento una cuenta bancaria. Sin embargo, menos del 2% reportó tener el propósito de invertir o generar intereses a través de su cuenta (ENIF 2021, p.20)[iv]. Asimismo, a pesar de que el 60% reportó contar con algún tipo de ahorro, sólo el 21% de esa población ahorra a través de un instrumento formal, mientras que el 54% del total ahorra a través de mecanismos informales, como en efectivo, por medio de tandas, etc.


Esto es un indicador de que, a pesar de que una parte importante de la población dice ahorrar, no necesariamente conoce cómo mantener su poder adquisitivo, a pesar de existir herramientas de fácil acceso, bajo capital necesario y rendimientos seguros, como son los CETES, los bonos gubernamentales libres de riesgo, con los que se puede invertir desde 100 pesos, con un rendimiento de 8.3% a 28 días.


También es importante recalcar que, existe una brecha creciente entre sectores por nivel educativo, con relación a quienes tienen una cuenta bancaria y quienes no. De la población que sólo tiene primaria, el 28% tiene una cuenta; de la población con secundaria, el 40%; con preparatoria, el 53%; y con licenciatura, el 76%. Esto refleja la urgente necesidad de apostar por la educación en general como motor que genera una mejor calidad de vida, con más oportunidades y recursos para el desarrollo personal, incluyendo las herramientas financieras para el ahorro y la inversión.


Al entrar más a detalle en los resultados de la ENIF, sólo el 34.7% de la población encuestada entiende correctamente qué es el interés compuesto. Como bien se dice popularmente, quien entiende el interés compuesto lo gana, y quien no, lo paga.

Éste se refiere a la ganancia que se va sumando al capital inicial, y sobre la cual se generan nuevos intereses (por ejemplo, si inviertes 100 pesos al 10% anual, al primer año, se producen 10 pesos de interés. Al reinvertirlos, el capital para el segundo año se vuelve 110 pesos en vez de 100, que a su vez generan 10%, y así consecutivamente). Si no se conoce qué es el interés compuesto, difícilmente se entenderá por qué es importante invertir y cómo esta herramienta ayuda a mantener e incrementar el valor del dinero.


Con dichas cifras, hablar de inversión y de la educación financiera encaminada a ésta, se vuelve una meta a años luz del contexto actual. Sin embargo, el hecho de que estemos muy lejos de donde quisiéramos no significa que no debemos aspirar a algo mejor. Es entendible que, en el mar de problemas públicos que existen en México y la falta de eficiencia que ha existido para combatirlos, hablar de educar a la población en cuestión financiera podría parecer un objetivo que no es prioritario.


No obstante, la educación es poder. Darles a las personas las herramientas para pensar por sí mismas, tomar sus propias decisiones y comprender su entorno, les da la posibilidad de escoger mejores opciones para ellas y para sus familias. En cuanto a la educación financiera, ésta no es la excepción. La única manera en que se puede empoderar a la población para hacer frente a eventos como la creciente inflación que vivimos, es a través del conocimiento.


Esto implica dos retos. Desde el sector público, generar mayores esfuerzos encaminados a educar a las personas en esta materia, lo cual incluye generar campañas de concientización, cursos accesibles de encontrar y gratuitos, como los que ya existen por parte de la CNBV, y generar un marco regulatorio adecuado para incentivar la intervención del sector privado y la competencia de oferta en cuanto a los servicios y productos financieros disponibles.


Por el lado del sector privado, el reto está en cómo generar un ecosistema financiero más accesible e inclusivo, en el que existen grandes oportunidades de negocio y de contribución a la sociedad. En ese sentido, es de celebrarse que cada vez hay mayor oferta y propuestas encaminadas a la innovación financiera.


Es fundamental reconocer que, se requiere generar una alianza estratégica entre lo público y lo privado, encaminada a generar una verdadera inclusión financiera, una educación sólida en el tema y mayores posibilidades para una amplia parte de la población.


[i] México cómo vamos. (9 agosto 2022). Inflación de julio llega a 8.15%, la más alta desde diciembre-2000. Inflación de julio llega a 8.15%, la más alta desde diciembre-2000 – México ¿cómo vamos? (mexicocomovamos.mx) [ii]Banxico. (7 julio 2022). Minuta de la reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México, con motivo de la decisión de política monetaria anunciada el 23 de junio de 2022. {1D2B28A3-84A7-F37B-062C-8B401C04376A}.pdf (banxico.org.mx) [iii] Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021 (inegi.org.mx) [iv]CNBV. (2021). Reporte de resultados de la ENIF 2021. Reporte_Resultados_ENIF_2021.pdf (cnbv.gob.mx)


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